La existencia de alteraciones en ciertas tesis de general aceptación en el núcleo de cualquier ciencia en particular, genera contradicciones que únicamente pueden ser subsanadas mediante el nacimiento de nuevas conceptualizaciones, que vienen a constituir u originar nuevas tesis, en un proceso creciente de generación de conocimiento.
Esta particular visión epistemológica siempre se vio relacionada con las ciencias físicas, biológicas, matemáticas, y en fin, la mayor parte de las denominadas ciencias exactas.
La profesión contable, cuyo referente teórico se acercó a una elaboración de corte estructuralista, está experimentando actualmente un cambio que la posiciona en el núcleo mismo de una revolución paradigmática (según el decir de Kuhn).
Cuando sospechábamos que la norma contable, a la luz de las recomendaciones del Colegio de Contadores, no sufriría otras alteraciones distintas a la anulación, corrección y/o emisión de Boletines Técnicos, sucede que las propias conceptualizaciones del activo, el pasivo y las cuentas de resultados son redefinidas desde el Accounting Conceptual Framework, que ahora lucha por incorporarse y permear el quehacer contable local.
Asímismo, la estructura teórica relativa al concepto de valor es atravesada por la entronización de lo económico en lo financiero. Al parecer, de asimilarse absolutamente la nueva normativa internacional, estaremos en condiciones de obtener directamente el valor económico de las empresas, para lo cual sólo bastará con calcular directamente la diferencia entre el Activo Operacional y el Pasivo Exigible, los que estarán ajustados a "fair value" (o valor razonable).
Surge entonces la necesidad de criticar, reordenar, orientar, redefinir, reelaborar, traducir, interpretar, consensuar, abstraer y aplicar la nueva normativa, en un proceso no exento de dificultades y obstáculos. Pero un proceso necesario al fin, que no sólo determine una nueva estructura normativa, sino además resulte en un ejercicio autoevaluativo que modifique definitivamente el proceso de generación de normas en nuestro país.
El proceso debiera acercarse a la dinámica que se ha estructurado en Inglaterra y en Estados Unidos, en que todos los agentes interesados participan, en un trabajo multidisciplinario y sinérgico, con publicación de comentarios, generación de discusión en línea y financiamiento recibido directamente desde los organismos públicos y privados interesados en el proceso de Convergencia.
El taller que nos encontramos desarrollando con un grupo de académicos, ha nacido con el propósito de revisar precisamente el aporte que los investigadores y docentes podemos entregar, en un trabajo que si sólo se concentra en la traducción literal seguirá caracterizado por un defecto radical: el carácter estructuralista y determinista que dista mucho de interpretar la cambiante realidad de las diversas economías del globo.
Nuestra primera aproximación a esta dinámica, insisto, debiera estar marcada por la revisión analítica y a la vez crítica del marco conceptual que en Abril de 1989 fuera emitido por el IASC.
Objeciones, críticas, aportes, relacionados con la proposición de jerarquización local? Sin duda que hace falta poner estos temas en la mesa de discusión.
Estarán nuestros colegas interesados en participar en este debate? O será tal vez que la contabilidad no tiene status de ciencia?
Esta particular visión epistemológica siempre se vio relacionada con las ciencias físicas, biológicas, matemáticas, y en fin, la mayor parte de las denominadas ciencias exactas.
La profesión contable, cuyo referente teórico se acercó a una elaboración de corte estructuralista, está experimentando actualmente un cambio que la posiciona en el núcleo mismo de una revolución paradigmática (según el decir de Kuhn).
Cuando sospechábamos que la norma contable, a la luz de las recomendaciones del Colegio de Contadores, no sufriría otras alteraciones distintas a la anulación, corrección y/o emisión de Boletines Técnicos, sucede que las propias conceptualizaciones del activo, el pasivo y las cuentas de resultados son redefinidas desde el Accounting Conceptual Framework, que ahora lucha por incorporarse y permear el quehacer contable local.
Asímismo, la estructura teórica relativa al concepto de valor es atravesada por la entronización de lo económico en lo financiero. Al parecer, de asimilarse absolutamente la nueva normativa internacional, estaremos en condiciones de obtener directamente el valor económico de las empresas, para lo cual sólo bastará con calcular directamente la diferencia entre el Activo Operacional y el Pasivo Exigible, los que estarán ajustados a "fair value" (o valor razonable).
Surge entonces la necesidad de criticar, reordenar, orientar, redefinir, reelaborar, traducir, interpretar, consensuar, abstraer y aplicar la nueva normativa, en un proceso no exento de dificultades y obstáculos. Pero un proceso necesario al fin, que no sólo determine una nueva estructura normativa, sino además resulte en un ejercicio autoevaluativo que modifique definitivamente el proceso de generación de normas en nuestro país.
El proceso debiera acercarse a la dinámica que se ha estructurado en Inglaterra y en Estados Unidos, en que todos los agentes interesados participan, en un trabajo multidisciplinario y sinérgico, con publicación de comentarios, generación de discusión en línea y financiamiento recibido directamente desde los organismos públicos y privados interesados en el proceso de Convergencia.
El taller que nos encontramos desarrollando con un grupo de académicos, ha nacido con el propósito de revisar precisamente el aporte que los investigadores y docentes podemos entregar, en un trabajo que si sólo se concentra en la traducción literal seguirá caracterizado por un defecto radical: el carácter estructuralista y determinista que dista mucho de interpretar la cambiante realidad de las diversas economías del globo.
Nuestra primera aproximación a esta dinámica, insisto, debiera estar marcada por la revisión analítica y a la vez crítica del marco conceptual que en Abril de 1989 fuera emitido por el IASC.
Objeciones, críticas, aportes, relacionados con la proposición de jerarquización local? Sin duda que hace falta poner estos temas en la mesa de discusión.
Estarán nuestros colegas interesados en participar en este debate? O será tal vez que la contabilidad no tiene status de ciencia?
