El dia de ayer se efectuaron en la localidad de El Monte, en la Región Metropolitana, los funerales de mi colega y ex-alumna, Rosa Ovalle Arancibia.
Rosa Ovalle representa para una asociación gremial, como el Colegio de Contadores, el espíritu de esfuerzo y templanza que se necesita para conformar un buen trabajo en equipo.
Desde el dolor que la partida de una ex-alumna significa, queda un mensaje para todos mis alumnos actuales: la vida es sólo un paréntesis de nuestra existencia. Entonces no desaprovechemos las oportunidades que se generan para compartir y disfrutar con quienes coinciden en este camino, que debemos adornar con buenas intenciones y mejores deseos.
A quienes estén pensando en terminar con su existencia, piensen que todavía hay muchas buenas razones para seguir caminando.
¡Mucho ánimo a todos, aunque sientan que se hunden, siempre se toca fondo y al final volvemos a flotar!